sábado, 25 de julio de 2015

Y en cinco minutos se me aclaró todo. En cinco minutos desaparecieron todos los escrúpulos: voy a casarme. Más que todos los argumentos que yo mismo me había venido haciendo, más que todas las conversaciones con ella, más que todo eso lo que vale es esta ausencia. Que acostumbrado estoy a ella, a su presencia.

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