Me arrugo y me encojo como un jersey.

Cuando sólo tengas ganas de rodar por el suelo.

Y con tanto y con tan poco...

Y si viene febrero temblaré de miedo: Lo desconocido es brutal.

- A veces pienso que fue una casualidad y otras veces que significaba algo.

- Es lo que tienen las casualidades, que a veces significan cosas ¿no?.

Esto es para decirte que está empezando a nevar.

Y sale a la calle, y saluda a todo el mundo.

¿Aún bailar para conseguir besos?

¿Aún besas para conseguir bailes?.

Bajo un cielo azul de papel celofán.

Saber lo que opinas de la vida cuando ves las noticias.

Y empieza a llover.

Todas las estupideces que ahora pesan lo que un hueso de cereza.

Haces muy mal en elevar mi tensión, en aplastar mi ambición.

[Tú sigue así, ya verás]

Seremos otros, seremos más viejos.

Y cuando por fin me observe en tu espejo espero al menos que me reconozca, me recuerde al que soy ahora.

Alguna vez os habéis sentido tan felices, tan tan felices que...

Un día estas cosas son polvo de estrella, momento como curva en la vereda.

Un día miramos y acaso reímos pensando en lo que ha sido y en lo que fuimos.

Todos tenemos algo escondido, y yo, como todos, tengo lo mío .

Tú, que me aliñas como una ensalada y me lees como los posos del té.

No pararemos el carrusel, no detendremos el tiempo.

Vivo en el número 7, calle melancolía.

Un cielo cada vez más lejano, más alto.

Aquel invierno loco no paraba de llover.

Perdamos toda nuestra dignidad, pero no el tiempo.

No te preocupes por la afinación, ¡disfruta!.

Raro, no digo diferente digo raro.

No sé si el mundo está al revés o soy yo el que está cabeza abajo.

La casualidad que estábamos esperando.

¿Había llegado al final de algún sitio?. Tuve un pálpito, fue el primero de muchos. Estaba de nuevo sensibilizada con la casualidad.

Así, me dio un vuelco la vida.

Voy a quedarme aquí todo el tiempo que haga falta. Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande, y eso que he tenido de muchas clases. Sí, podría contar mi vida uniendo casualidades.

Yo traigo el sol.

Huele a café, como en casa.

Esta vez no voy a perderme dando vueltas, esta vez voy a intentar llegar a Marte.

El gesto de sentir, la calma como norma, enero como abril, un sol de plastilina.

Me salgo del mapa.

Que suerte desde un principio caerme tan bien. Que bonita, que divertida es conmigo la convivencia, descojonarme de mi última ocurrencia.

Rodeado de un espejo circular. Soy feliz con esta esquizofrenia tan particular.

Narcisismo es lo que impera.

Que simpático, simpático, carismático, simpático.

Hoy voy a decirlo: ¡Cómo me amo!

Me enroscaré, después me iré curvando como un muelle. La tarde irá pasando como suele, en espiral. Girando mis talones, formando tirabuzones, pienso...

[Retorceré mis dudas entre círculos perfectos]

Y por esperar, desesperarme.

Por no preguntar, responderte.

Y por enredar, desenredarte.

Por no molestar, no estirarme.

Como dijo Cela: El que resiste, gana.

No hay manta, café. No hay nada ardiendo.

Nuevos reencuentros, nuevas confesiones y de repente me veo perdido en un aeropuerto con las pesadillas que día a día me acompañan.

Y volver, volver, volver.

Yo no tenía ganas de reír. Tu reías para no llorar.

Henrietta, we got no flowers for you.

El futuro se vistió con el traje nuevo del emperador.

Se está haciendo tarde, está llegando el frío.

Queridos Reyes Magos:

Este año sólo pido 366 sonrisas, una para cada día.

Qué sano es arrancarte esa risa.

Hoy para decirte: ¡Quédate un ratito más!.

Mi grado de frustración es siempre ambiguo.

Y las cosas que más me gustan siempre me hacen llorar.

2012: Que gane el quiero la guerra del puedo.