jueves, 29 de julio de 2010

martes, 27 de julio de 2010

Re.La.Mi.Da.
La opinión general da a entender que vivimos en un mundo de odio y egoísmo, pero yo no lo entiendo así, a mi me parece que el amor esta en todas partes. A menudo no es especialmente decoroso ni tiene interés periodístico, pero siempre esta ahí, padres e hijos, madres e hijas, maridos y esposas, novios novias, viejos amigos...
Cuando los aviones se estrellaron contra las torres gemelas, que yo sepa ninguna de las llamadas telefónica de los que estaban a punto de morir fueron de odio y venganza, todas fueron mensajes de amor. Si lo buscáis, tengo la extraña sensación de que descubriréis que el amor en realidad esta en todas partes.

lunes, 26 de julio de 2010

Miraba la ventana y soñaba con ser un astronauta pisando la luna, y el cielo lo cruzaban galeones, delfines, cometas, falúas.


¿Dónde estas hija mía? Siempre en la nubes.

sábado, 24 de julio de 2010

Pájaros en la cabeza y volar a donde las ventanas siempre están abiertas.
Pájaros en la cabeza y soñar...


[En su cabeza sonaba el canto de un gorrión, pájaros en la cabeza.]

viernes, 23 de julio de 2010

jueves, 22 de julio de 2010

No me da miedo reconocer que Nueva York es la mejor ciudad que existe sobre la faz de la Tierra. Sólo hay que mirarla, ya sea desde el aire, desde el río o desde la estatua del Padre Duffy.
Es fácil ver que Nueva York es la mejor ciudad del mundo, por un lado, por otro y por cualquier lado: de espaldas, de cara y de perfil.
(Mi Nueva York, Brendan Behan)
Te dejo en paz, capricho consentido, muñeca rusa, mi bucle preferido.

miércoles, 21 de julio de 2010

martes, 20 de julio de 2010

Mariafa no tiene la culpa de ser tan simpática...
Nueva York me gusta más allá de lo razonable. Amo a esa ciudad. Por otro lado, Nueva York tiene mucho de amante fatal y en este momento prefiero amarla a distancia.
(Historias de Nueva York, Enric González)

lunes, 19 de julio de 2010

jueves, 15 de julio de 2010

I remember you and I start to smile.
Mantuvo la postura del que no tiene nada que perder.
Los forasteros en Nueva York somos reconocibles porque vamos por la calle mirando hacia el cielo con la boca abierta. A algunos se les pasa en unos días. Otros llevamos la nuca encajada entre los omóplatos durante meses. Soy de los que se emboban con los rascacielos, quizás porque me producen vértigo, o porque son catedrales contemporáneas y están para eso, para embobar a gente como yo.
(Historias de Nueva York, Enric González)

lunes, 12 de julio de 2010

sábado, 10 de julio de 2010

Debí comprenderlo desde el principio. Cuando a una mente le toca volar es imposible pararla. Ahora entiendo que no lo eligió, no fue una decisión consciente ni un arrebato. Tampoco fue un cambio tan grande si lo pensamos bien, sólo se manifestó de una forma espontánea, casi infantil, como los primeros pasos de un niño o la absurda fijación de los pájaros en seguir lo primero que ven al nacer...
Sólo se que voló.


Hay cosas que no puedo controlar. Si sientes la llamada vas directo hacia ella. No vas a ignorarla, simplemente la sigues. La gente dice que haría esto o lo otro, pero lo que no saben es como se siente. No tienen ni idea... creen que pueden verlo, que pueden empatizar o simplemente que pueden salvarnos.

jueves, 8 de julio de 2010

Como una ventana que al cerrar
no ilumina el punto que ha dejado entre tinieblas,
una sombra entre las piedras...

Así se ha quedado sin razón.


[Nadie le ha explicado que no existe explicación... y tiene tantas dudas]

miércoles, 7 de julio de 2010

De pequeño mi padre advirtió que no mirara la lavadora. Yo era muy pequeño y no hice caso, con el paso de los años he dado cuenta que tenia razón: no se puede mirar la lavadora de pequeño y pensar que eso no te va a traer problemas el día de mañana.
Día 7, al fin!.

lunes, 5 de julio de 2010

La gravedad funciona de forma extraña, a veces nos atrae entre nosotros a necesitarnos de forma extrema, como los niños al chocolate o los beatos a la iglesia. Otras en cambio la gravedad nos expulsa, nos dispara hacia la oscuridad del cielo y no hay forma de agarrarse a nada...

Cuando nos despedimos no se echó a llorar.