martes, 23 de diciembre de 2014

Nunca menciono el nombre de alguien muy querido. Es como renunciar a una parte de él, por lo que he aprendido a amar en secreto. Me parece que es la única cosa que puede hacernos la vida moderna, misteriosa o maravillosa. Lo más común pasa a tener un sentido distinto, delicioso si alguien nos lo oculta. [...] Una costumbre tonta, lo confieso; pero en cierta forma me parece que aporta romanticismo a la vida de uno. ¿Pensarás que soy un loco de remate?.
[El Retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde]

No hay comentarios:

Publicar un comentario