martes, 14 de octubre de 2014

Pensó que nunca había conocido un otoño tan espléndido y en el que pudiera respirar hondo con tanto disfrute. Todavía no se veían muchas hojas secas, pero las que había parecían de oro. Además, era evidente que también los árboles respiraban hondo.
[Revelación de otoño, M.Benedetti]

No hay comentarios:

Publicar un comentario