jueves, 30 de enero de 2014

Entonces tuve un momento de extraordinaria lucidez, en el cual abarqué con la mirada el camino seguido hasta allí. Pensé: ahora posees la clave y tienes posibilidad de abrir entonces todas las puertas. Pero entonces alguien susurró en mí: «¿Por qué abrir todas las puertas?».
Me sentí a disgusto y dejé de pensar. Había llegado al límite.
[Recuerdos, sueños y pensamientos, C.Jung]

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