martes, 28 de diciembre de 2010

- Estoy tratando de decidir si debo compadecerte o sólo abrir la boca y gritar.
- No tienes por qué hacer ni una cosa ni la otra.
- No, supongo que no. Puedo olvidarme de ti, ¿no es eso?. Siempre cabe esa opción.
- Puedes hacer lo que quieras, María.
(Leviatán, Paul Auster)

No hay comentarios:

Publicar un comentario